martes, 26 de octubre de 2010

LO NUEVO-VIEJO: ARTÍCULO SOBRE EL PROYECTO NOCILLA

En el año 2010, cuando las opiniones ya han madurado algo más, han aparecido varias críticas serias sobre este movimiento literario, destacando sus puntos positivos y negativos. Os reproduzco uno de los artículos más sensatos que he leído, que además os servirá de ayuda en el comentario.

PATRICIO PRON
La vieja aspiración a la novedad


En abril de 2003, Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967) publicó un artículo en la revista Contrastes titulado «Hacia un nuevo paradigma: poesía postpoética», reeditado en diciembre de 2004 en la revista Lateral. Fernández Mallo era autor ya del poemario Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus (2001), al que seguirían Creta lateral travelling (2004) y Carne de píxel (Premio Ciudad de Burgos de Poesía, 2007), y gozaba de un prestigio considerable como poeta. A ese prestigio acabaría sumándole el éxito de público tras la edición de Nocilla Dream (Candaya, 2006), primera entrega de una trilogía que completarían Nocilla Experience (Alfaguara, 2008) y Nocilla Lab (Alfaguara, 2009). La recepción crítica de estas obras instaló a Fernández Mallo como el autor de referencia de un grupo de escritores nacidos principalmente en la década de 1970 y unidos por relaciones de amistad y de intercambio intelectual y por una estrategia de intervención colectiva en el mercado literario. Los «novilleros » –o «mutantes», como también se les llamó tras la publicación de la antología de ese título (Berenice, 2007)– no poseen un programa estético común pero coinciden en adherirse al propuesto por Fernández Mallo, los elementos de cuya «narrativa postpoética», consistente en «crear artefactos híbridos entre la ciencia y lo que tradicionalmente llamamos literatura» (Nocilla Experience, p. 57, cursivas del autor), estaban ya presentes casi en su totalidad en Nocilla Dream: ausencia de linealidad, apropiación a través de la cita de discursos provenientes principalmente de las ciencias naturales, fragmentación, ensayismo, cita apócrifa, utilización de gráficos y fotografías, reescritura, intertextualidad y rechazo a las convenciones que distribuyen la información narrativa en las unidades canónicas de introducción, nudo y desenlace; en el plano argumental, preferencia por los paisajes de circulación como fronteras, estepas y desiertos por los que deambulan personajes solos que parecen desplazarse de ninguna parte a ninguna otra en pos de un sentido siempre esquivo, ausencia absoluta de humor, interés por elementos de las ciencias naturales –en particular por la teoría de las catástrofes, la del caos, la de conjuntos y la de sistemas complejos–, cuyas directrices sirven para comprender los destinos de los personajes, por la técnica cinematográfica, por la cultura popular «alta» –The Smiths, Siniestro Total, David Lynch, Radiohead, Francis Ford Coppola, Sr. Chinarro–, equiparación mediante la cita de textos heterogéneos como artículos de periódicos, miscelánea en la Red, anuncios publicitarios, diálogos de películas y otros, interés por el arte conceptual, el minimalismo, el land art, etcétera.
Nocilla Dream aparecía, pues, como una serie de historias vinculadas las unas con las otras e interrumpidas por fragmentos ensayísticos breves cuya narración parecía pretender emular ciertas experiencias de percepción contemporáneas en un mundo textualizado y saturado de información recibida de forma simultánea y no jerarquizada. La novedad relativa de estos elementos y de este punto de vista bastó para que Nocilla Dream fuera vista como una novela experimental por un sector importante de la crítica y para que su autor monopolizara el prestigio del que, en el estado actual de la literatura, disfruta toda aquella obra que es investida de los atributos de «lo nuevo». Ahora bien, ni Nocilla Dream ni ninguna de las otras dos obras de la trilogía de Fernández Mallo es esencialmente novedosa: la ausencia de linealidad y el fragmentarismo han sido practicados ya por las vanguardias históricas y caracterizan a la literatura posmoderna –piénsese en The Making of the Americans (1925), de Gertrude Stein,o en Rayuela (1963),de Julio Cortázar, personaje de Nocilla Experience–, el interés por las ciencias naturales caracteriza a la así llamada «hard science fiction» y está presente en novelas como A Fall of Moondust (1961), de Arthur C. Clarke, la cita apócrifa, la intertextualidad y la reescritura paródica han sido practicadas por Jorge Luis Borges, por mencionar sólo a un autor, y la importancia otorgada a la visualidad de los textos es ya parte de la tradición literaria desde aproximadamente los Calligrammes (1918) de Guillaume Apollinaire y la poesía visual; en cuanto a la apropiación de elementos de la cultura pop, hay numerosos ejemplos desde la beat generation en adelante1. Según Juan Bonilla, autor del prólogo de Nocilla Dream, en éste Fernández Mallo corre un «riesgo» al tratar «de abrir sendas, de aventurarse por caminos no trillados» (p. 9) mediante el uso de «herramientas que la narrativa rara vez se atreve a usar» (p. 8) como el collage y lo que Bonilla llama «el zapping literario». Sin embargo, esta afirmación sólo puede ser hecha a expensas de la omisión voluntaria o involuntaria de autores cuya propuesta relativiza la pretensión de novedad de Fernández Mallo:Antonio Muñoz Molina, Félix de Azúa, Javier Marías, Ray Loriga, Enrique Vila-Matas, Rodrigo Fresán, Javier Calvo y otros.
Esta omisión ha contribuido a la recepción de la trilogía Nocilla, pero su tramposa pretensión de novedad opera mediante una distorsión según la cual la literatura española está presidida aún por el realismo á la Miguel Delibes y es impermeable a las tendencias más recientes en la narrativa escrita en otros idiomas, una distorsión que obliga a reescribir la historia literaria a espaldas de los hechos. Quien, sin embargo, considere el realismo ramplón el modo dominante de la narrativa escrita en español disfrutará e incluso creerá experimental la trilogía Nocilla; su última entrega, Nocilla Lab, muestra que el proyecto ha ido perdiendo fuelle libro tras libro, pero aun así depara algunas innovaciones en el marco de la literatura de su autor.Aquí, el narrador visita con su mujer una isla al sur de Cerdeña, uno de cuyos bares le recuerda a otro de las islas Azores sobre el que Enrique Vila-Matas ha escrito un artículo; en la isla se aloja primero en un sitio de acampada y más tarde en un establecimiento de turismo rural ubicado en una antigua cárcel, donde padece un robo de identidad por parte de su extraño dueño, quien dice ser escritor y encuentra el cofre que contiene los apuntes y elementos que el narrador y su mujer han reunido para la confección de un proyecto del que nada se dice pero el lector termina intuyendo que es la trilogía Nocilla. El narrador cae en la pasividad pero, tras algunas escaramuzas, acaba matando al dueño del establecimiento, Agustín Fernández Mallo, y dirigiéndose a una plataforma petrolífera abandonada en la que un literario y rejuvenecido Enrique Vila-Matas le cuenta una historia de tintes kafkianos. La primera parte del libro consiste en el monólogo del narrador, en el que no se recurre a los signos de puntuación convencionales en un flujo de conciencia apenas interrumpido por una cita que, una vez más, puede ser considerado novedoso por lectores ingenuos o poco formados pero no lo es en absoluto –los antecedentes aquí son Ulysses (1922) y Der Auftrag (1986), de Friedrich Dürrenmatt, por ejemplo–, y la incorporación de un cómic en colaboración con Pere Joan. Puesto que Nocilla Lab es la entrega más floja de la serie, es en este libro donde queda más patente un rasgo específico del experimentalismo de toda la trilogía: su gratuidad. Si en busca de una explicación al carácter contingente de este gesto experimental se recurre a Postpoesía. Hacia un nuevo paradigma (Anagrama, 2009), la obra de Fernández Mallo que resultó finalista del último Premio Anagrama de Ensayo, el resultado es desconcertante. Allí, su autor incurre en numerosas inconsistencias en la estela de autores de referencia como Félix Guattari, Jacques Derrida, Pilles Deleuze y otros –ridiculizados por Alan Sokal y Jean Bricmont en el muy recomendable Imposturas intelectuales (Paidós, 2008)–, construye párrafos impenetrables, realiza comparaciones inverosími-les de curioso dogmatismo y destina casi doscientas páginas a definir una teoría de la «poesía postpoética» que, admite, «como se verá a lo largo de este libro, no existe: es la yuxtaposición y sinergia de cuanta teoría o modo de pensamiento solucione un desafío poético determinado » (p. 34)2.
Quizá lo mejor que pueda decirse de los libros de Fernández Mallo es que, por pasajes, se sostienen perfectamente por sí mismos y sin que el lector tenga que penetrar en las oscuridades de la «postpoesía»; de hecho, Nocilla Dream y Nocilla Experience son, despojados de su pretensión de novedad, libros que hablan de que Fernández Mallo parece haber encontrado una forma personal de narrar y que esa forma es potencialmente susceptible de dar como resultado obras de valor considerable, incluso aunque Nocilla Lab parezca refutar esta opinión. Siempre el final de algo es el comienzo de otra cosa, y el final de la trilogía Nocilla invita al lector a preguntarse qué escribirá a continuación su autor y si lo hará por fuera de la estrategia de intervención colectiva que lo encumbró y sin el pesado paraguas de una «teoría» inconsistente.


1 La contradicción entre la pretensión de novedad y la ausencia de ésta en la trilogía Nocilla no debe ser atribuida a ignorancia por parte de su autor. En sus libros, Fernández Mallo menciona una cantidad importante de textos y autores que le sirven de referencia: Jorge Luis Borges, Italo Calvino, Félix de Azúa, Juan Benet, el filme Hana-Bi de Takeshi Kitano, Centuria, de Giorgio Manganelli, Mil mesetas, de Deleuze y Guattari, Mi filosofía de A a B y de B a A, de Andy Warhol, La música del azar, de Paul Auster, el documental El desencanto (dirigido por Jaime Chávarri en 1976), El mono gramático de Octavio Paz, Emile Cioran, Georges Perec, el poema en prosa de Rafael Courtoisie Estado sólido, De rerum natura de Lucrecio, algunos poemas de Hans Magnus Enzensberger, el Tractatus Logicus-Philosophicus de Ludwig Wittgenstein, Poemas plagiados de Esteban Peicovich, y canciones de Sr. Chinarro y Antonio Vega.

2 Un poco más preciso es el autor en la siguiente cita: «La poesía postpoética se presenta como un “método sin método”, no como una doctrina. Más que de una nueva forma de escribir, se trata de poner en diálogo todos los elementos en juego, no sólo de la tradición poética sino de todo aquello a lo que alcanzan las sociedades desarrolladas, a fin de crear nuevas metáforas verosímiles o inéditas» (p. 37). De su equiparación de la teoría de la masa en reposo de Albert Einstein con un haiku el lector puede inferir además las características ideales de la poesía postpoética: «simplicidad», «economía de medios», «radicalidad», «inmaterialidad », «constitución netamente fronteriza» y «puro extrarradio, una cosa donde la ciencia y la poesía clásica dejan de hablar y sinérgicamente dan lugar a un artefacto que habla otro lenguaje» (p. 104).También en Postpoesía, Fernández Mallo sostiene que la poesía española contemporánea, a la que llama «ortodoxa», está anticuada y no es pertinente en la sociedad actual, la compara con el colesterol y le atribuye una linealidad cristiana, «egocentrismo autista», rigidez, dogmatismo y «puritanismo formal» (p. 73), y afirma que su «prueba de veracidad » es que pueda ser escrita a mano y declamada (p. 73), gustar sólo a los poetas y parecer que aburre (p. 74)


lunes, 25 de octubre de 2010

REALIZACIÓN DE LA WIKI - 2

Os enumero los apartados básicos de la wiki que vais a elaborar. Por supuesto, además de estos, podéis incluir todo aquello que os resulte llamativo y atrayente, completando la wiki según os sugiera la lectura.

-         Biografía de Fernández Mallo.
-         Concepto de “Generación Nocilla”
-         Concepto de postpoética. Principios teóricos y aplicación a esta novela.
-         Otras obras del autor.
-         Análisis del blog del autor, con enlaces a entradas sobre la novela y toda su obra.
-         Análisis del prólogo.
-         Escenarios de la obra
o       Carretera US50, entre Carson City y Ely. Información sobre la ruta, su historia, etc. Pueden situarse en ella los personajes relacionados con la carretera, distribuidos por capítulos (para ello, podéis usar algún programa de líneas temporales, pero aquí aplicado al espacio, como Xtimeline o Timetoast).
o       Árbol. Imagen y punto kilométrico exacto en un mapa.
o       Otras ciudades españolas y estadounidenses
o       Fotos de las ciudades, de Nevada, de la carretera, etc.
-         Tema general y subtemas. Identificación y separación de cada historia entrelazada en la novela.
-         Personajes: identificación de cada uno y relaciones entre ellos.
-         Referencias a páginas web de la obra: Principado de Sealand, Micronations On The Web, Micronational Links, L’Institut Français de Micropatrologie, The Micronation Page, Reino de Ergaland & Vargaland.
-         Referencias científicas. Media aritmética de los poemas (p. 160)
-         Referencias cinematográficas.
-         Referencias musicales.
-         Objetivo teórico de la novela.
-         Influencia en la literatura actual.



Son imprescindibles los enlaces en cada apartado a páginas que amplíen y completen el trabajo.
Ha de incluirse forzosamente información gráfica y audiovisual: fotografías, vídeos, gráficos, etc.

REALIZACIÓN DE LA WIKI - 1

Vais a realizar un trabajo por parejas de la novela, que expondréis de forma colaborativa en una wiki. Se trata de una pequeña enciclopedia con entradas básicas sobre la obra, con la posibilidad de aumentar indefinidamente su capacidad, de actualizarla y de aceptar la colaboración de otros. Pensad que todo lo que escribáis es público y, por lo tanto, cualquiera, en cualquier lugar del mundo, podrá leerlo.
Habeis de seguir los siguientes pasos:
Es necesario abrir una cuenta de correo en Google para registrarse en http://wikispaces.com/. El registro es imprescindible para crear la wiki: para que sea gratuita debéis adscribirla a “classroom wikis”, K-12.
El nombre de la wiki debe ser alusivo al autor o a la novela.
Al registrar, hay que modificar el permiso a “protected”.
Una vez creada, deben seguirse unas pautas obligatorias en “administrar wiki”:
-         estableced Home como página de presentación y escribid unas palabras introductorias en que expliquéis el objetivo de lo que estáis creando;
-         en Contenido, en la pestaña Etiquetas, debéis crear una nube de tags; después, al redactar cada una de las entradas, incluid las palabras clave para que se forme la nube;
-         en Ajustes, en Aspecto visual, cread un logo en la cabecera que tenga alguna relación con la obra (la portada, el autor, una foto ligada al contenido, etc.);
-         echad un vistazo a todas las pestañas de Herramientas y a Aspecto visual, para modificar la wiki a vuestro antojo.
En definitiva, tenéis que mejorar la presentación de la wiki y hacerla atractiva.
Para redactar los artículos, simplemente seleccionáis "pagina nueva". Una vez publicado, todo artículo puede modificarse en la opción "editar".

viernes, 22 de octubre de 2010

CRÍTICA DE LA TRILOGÍA NOCILLA

Os reproduzco una interesante crítica aparecida en el blog lector mal-herido. Os ayudará a centraros en el concepto posmoderno que introducen estas novelas, con sus pros y sus contras.


Lo más interesante y perdurable de la generación nocilla es que ha parametrizado en la literatura española el modelo de escritor publicitario, esto es, ya no da vergüenza venderse.

Esto supone una evolución casi necesaria del modelo anterior, basado en la generación del 27, que sólo proponía el achique de espacios para que exclusivamente once jugadores fueran el fútbol todo ante los ojos del público, ciego al banquillo, al estadio vecino y al hecho de que el fútbol se inventó hace tiempo.

Lo curioso de las generaciones, también de esta que nos ocupa el post, es que, por un lado, un pequeño grupo de autores parece distribuir su prestigio entre todos los miembros del clan, de modo que escritores de menor atractivo salen en un montón de fotos y reportajes, como las niñas de Zapatero; y, por otro, también es curioso que, a fin de cuentas, ese pequeño grupo de carga es, de hecho, el único que se lee.
Una ironía con no poco sentido de la justicia.

Agustín Fernández Mallo es, por tanto, el autor al que hay que leer de la generación nocilla, y a uno le cuesta mucho preocuparse de otros autores del grupo, como cuesta mucho visitar iglesias pequeñas en París cuando sólo estamos de visita un par de días. Y la lectura, como la vida misma, son dos días, sí.

A lo tonto y a lo bobo, me he leído ya todo lo que ha escrito Fernández Mallo. Eso, no sé, debería procurarme algún tipo de prebenda, como, por ejemplo, la de opinar libremente, sin que luego abajito la panda habitual de talibanes de lo suyo me tengan cuatro días frito a gilipolleces.

Os voy a contar lo de la trilogía Nocilla, niños.

Nocilla Dream, la madre de todo el asunto, es un texto de unas 200 páginas que entremezcla historias, propias o tomadas del periódico, y citas de otros autores. Lo leí hace ya un tiempo y no soy capaz de recordar mucho del libro, pero tengo claro que su categoría verbal anda en las inmediaciones de una especie de suplemento dominical hecho con ambición. Esto es: todas las páginas tienen que ser interesantes. Hay que elegir los temas más jugosos, ordenarlos y, sobre todo, ir al grano. Así, la lectura de Nocilla dream no defrauda punto por punto, pero se queda floja cuando uno busca en la postrimería lectora el material humano. Todo el material de Nocilla dream es divulgativo, ocurrente, curioso. El libro es interesante, pero no es emocionante.

La lectura, como es lógico, es ajena a la teoría mesetaria y a-jerárquica que originó el texto, y aunque esa teoría mola, lo cierto es que no importa lo más mínimo, como no importa lo más mínimo la fórmula de la cocacola cuando bebemos cocacola.

Nocilla Experience no me gustó nada. Entiendo post como este. Lo suscribo.

Y aquí estamos ahora con Nocilla Lab, que he acabado de leer cinco minutos antes de escribir "Lo más interesante y perdurable de la generación..."

Me ha gustado mucho. Es el mejor libro de los tres. Debo reconocer que si he decidido perder mi tiempo en su lectura ha sido porque Menéndez Salmón alabó el libro en un reportaje. Os cuento de qué va.

Va de Agustín Fernández Mallo.

Qué buen tema, ¿eh?

Porque, aparte de las fotos, el cómic y el Courier New que se le exige a un autor moderno, tenemos, para desgracia de todo el afán rompedor del movimiento, un libro fundamentalmente clásico. Esto es, lo que nos importa es el hombre.

Y en este caso, el hombre es su mirada. El narrador cuenta cosas banales, algo cutres incluso, viajes, campings, casinos, bragas, tiendas; y lo hace con sencillez. De vez en cuando, llega la reflexión (la propia de Mallo, imaginad), casi siempre particular y enriquecedora, para seguir luego con el relato sin estridencias de un viaje de pareja a una isla italiana y de algunos episodios del pasado del narrador, cuando era universitario, o cuando estuvo en Las Vegas.

En la segunda parte, hay un giro narrativo que nos aboca al doble (ponerlo en alemán en casa los que seáis snobs), y que queda un pelín improcedente, pero sólo un pelín.

Luego hay una tercera parte de pedrea de pasajes pequeños (¡4 Ps!), con celda y todo, y luego el cómic.

Esta Nocilla no es fragmentaria, y por eso, y porque se hace hueco a la vida cotidiana, es mejor. La obra se lee sin atrición hacia el Dios tecnológico, sin el muleteo de Foucault ni el pajilleo de Deleuze, sin prospecto.

Importa más la voz que la partitura, y por eso suena tan bien.

jueves, 21 de octubre de 2010

NOCILLA Y SINIESTRO

Ya se sabe que el nombre de la trilogía se debe a una simple coincidencia, como explica Fernández Mallo en los creditos finales de Nocilla dream. Como no todo el mundo conoce ahora la canción de Siniestro Total, la incluyo aquí, a beneficio de los nocilleros de pro.

PRESENTACIÓN DEL PROYECTO "NOCILLA"

Aquí os reproduzco una de tantas presentaciones del proyecto literario. Si algo caracteriza a este grupo es su dominio de las técnicas publicitarias y su completa insercion mediática en la cultura audiovisual. No en vano su mezcla de géneros incluye en lugar destacado la "conexión Internet".



CONGRESO DE MÁLAGA DE 2008. PUESTA DE LARGO DE UNA GENERACIÓN

SIEMPRE sucede lo mismo. Un creador busca su propio camino. Un día conoce a otros que viven la misma íntima aventura y juntos descubren todo lo que les une. También aquello que les diferencia respecto a los discursos mayoritarios. Sus obras salen a la luz, unos pocos se interesan por ellos y cuando su trabajo logra cierta repercusión, llega alguien y les pega una etiqueta. Una ocurrencia para publicitarios -y titulares de medios de comunicación- que, al final, calla más de lo que cuenta.

Eso le ha pasado a una generación de autores que está renovando la narrativa española contemporánea. Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967) publicó hace dos años 'Nocilla Dream', primera parte de su Proyecto Nocilla. La crítica saludó con entusiasmo la propuesta, convirtió al autor en abanderado de un grupo de jóvenes novelistas con inquietudes similares y Fernández Mallo dio el salto desde la pequeña editorial Candaya hasta el gigante Alfaguara en la segunda entrega de su trilogía, la reciente 'Nocilla Experience'. La etiqueta llegó sola: había nacido la Generación Nocilla.

El autor coruñés observa con distancia la anécdota del nombre generacional: «No es nada dramático, pero puede ser mal entendido, aunque a mí, en el fondo, me da un poco igual». Fernández Mallo sí se identifica con ese grupo de autores que plantea un discurso diferente. Una manera de contar híbrida y fragmentaria, una mirada a la ciencia y la tecnología pasadas por el tamiz de la literatura, una narrativa 'mutante'. Así se tituló la antología de Julio Ortega y Juan Francisco Ferré sobre este conjunto de novelistas y de ahí nace el nombre de 'Mutaciones' para las jornadas que desde hoy toman el pulso en Málaga a la nueva narrativa española.

El Instituto Municipal del Libro (IML), con la colaboración del Aula de Cultura de SUR, reúne entre hoy y el viernes a una buena representación de estos mutantes. «Aceptamos que estamos en una sociedad compleja y nuestras obras están empapadas de esa complejidad, sin que eso sea sinónimo de dificultad a la hora de leerlas», argumentan Fernández Mallo, participante en el ciclo por partida doble.

La ciencia como inspiraciónPrimero, el autor de poemarios como 'Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus' (2001) o 'Creta lateral Travelling' (2004), intervendrá en una mesa redonda sobre la incorporación de asuntos científicos a la novela. Una práctica que Fernández Mallo cultiva con frecuencia en sus obras: «Me interesa mucho cómo el uso científico se suma a la novela. La ciencia sirve para hacer metáforas y para encontrar analogías en modelos argumentales».

Después del debate, el autor gallego compartirá escenario con Eloy Fernández Porta en una actuación que combinará las sesiones de DJ, con la proyección de imágenes y la lectura a dos voces de fragmentos de novelas, poemas y ensayos. Fernández Porta (Barcelona, 1974) explica que se trata de una 'performance' «que además sirve de ejemplo de esa nueva forma de contar en la que el texto tiene un sentido orgánico o alegórico».

El escritor barcelonés resume cómo ha salido a la luz la obra de este grupo de mutantes: «Los últimos cinco años han sido bastante malos para los planteamientos rupturistas, no sólo en la narrativa sino en todo el arte en general. Así se fue formando una escena 'underground' donde también había fanzines con periodistas que se fueron incorporando a los medios tradicionales. Todo eso ya había cuajado en el Congreso de Narrativa Contemporánea que se celebró en 2004 en Santiago de Compostela, que sirvió para dar a conocer esta nueva narrativa».

Trabajo y amistadAdemás, Fernández Porta reivindica que a los mutantes les unen «relaciones personales y profesionales». Pone un ejemplo: «En estos cuatro años he trabajado a menudo con estos autores pero a muchos no los he visto más de tres o cuatro veces. Se trata de una red que funciona en distintas ciudades y eso también la diferencia de otros grupos de escritores que han surgido en el pasado».

Como la red que tienden estos autores en sus textos. Libros en los que van sucediendo la poesía, el ensayo y la novela con la naturalidad de la sociedad mestiza a la que se dirigen. Unos 'Pasadizos' que sirvieron a Vicente Luis Mora (Córdoba, 1970) para poner título al trabajo con el que ganó el I Premio Málaga de Ensayo. El propio Mora ha cultivado esa creación «híbrida y fragmentaria» en novelas como 'Circular 07. Las afueras' (2007), donde el texto ofrece una suerte de reconstrucción de la trama urbana de Madrid.

Una ruptura estilística de la que participan todos los ponentes en las jornadas del Instituto Municipal del Libro, aunque cada uno de ellos en diferente grado. Andrés Reina (Tánger, 1973), por ejemplo, defiende una «voladura controlada» de los esquemas que han regido los destinos de la novela.

Una bomba de relojeríaEl escritor afincado en Málaga llama la atención sobre los peligros de que la forma se imponga al fondo. «El arte por el arte puede ser una bomba de relojería en la novela, que siempre ha sido un arte popular. En mi opinión, la renovación de la novela tiene que atender al aspecto formal, pero debe ir acompañada de un cambio en los temas y los códigos». Reina no persigue en sus obras una ruptura «tan radical» como la que puede leerse en otros jóvenes escritores de este grupo.

El autor de 'Matar a un leopardo' (2007) desarrolla su argumento: «Al lector no hay que quitarle la novela realista como quien le quita un plato de comida; al contrario, hay que preguntarse por qué sigue siendo de su gusto este tipo de obras».

Seguro que la cuestión sobrevuela alguno de los debates en las jornadas que hoy empiezan. Juan Francisco Ferré coordina un ciclo que presenta «el triunfo de lo minoritario sobre lo mayoritario», una iniciativa que reivindica «la idea de creatividad sobre la idea de mercado». Con esta premisa, 'Mutaciones' ofrece «una oportunidad para conocer la narrativa actual más arriesgada» que ha conseguido abrirse un hueco entre tanta novela pseudohistórica y libros de supuesta autoayuda.

Arte y literatura«Hay un cansancio de la literatura convencional y lo raro está demostrando que tiene un mercado», comentaba ayer Ferré, al tiempo que destacaba la presencia en las jornadas del crítico de arte José Luis Brea. El especialista pronunciará mañana la charla 'Telepatía colectiva 2.0', en la que trazará las relaciones entre los nuevos discursos literarios y las tendencias plásticas más rupturistas.

Vanguardia sobre papel que se instala en el IML. Una institución municipal «plural y abierta a todas las tendencias», en palabras de su director Alfredo Taján. Con 'Mutaciones', Málaga se convierte durante unos días en el epicentro de un terremoto silencioso que ha sacudido la narrativa española. Un grupo de autores que buscan ofrecer al público pequeñas delicias cotidianas. Como un buen trozo de pan con Nocilla.

CARACTERÍSTICAS DE LA NARRATIVA "NOCILLA"

Carácter fragmentario: Los textos se articulan en pequeños fragmentos que van tejiendo la trama a medida que avanza la novela. Una suerte de 'Rayuela' del siglo XXI.

Internet: Algunos críticos emparentan esta forma narrativa con la escritura de los 'posts' en los blogs.

Mezcla de géneros: La narrativa, el ensayo y la poesía se suceden en las obras de estos autores.

Ciencia y tecnología: Los avances de la sociedad de la información se filtran en el contenido de las obras.

GENERACIÓN NOCILLA

Os reproduzco un artículo de 2008 sobre los jóvenes escritores que ya entonces se adscribian a esta etiqueta de "Generación Nocilla" 

 

Nocilla para todos los gustos

Una generación de jóvenes autores busca renovar las letras españolas - Fernández Mallo publica la segunda parte del proyecto que atrae las miradas sobre este grupo

IKER SEISDEDOS - Madrid - 07/03/2008

En algún lugar del junio pasado, Agustín Fernández Mallo y otros "nuevos narradores" andaban en un congreso en Sevilla dando vueltas y vueltas sobre ejes como el "relevo generacional" o las "nuevas tecnologías aplicadas a la literatura", cuando un periodista se levantó de su silla y dijo: "Ya, ya..., podéis divagar todo lo que queráis, pero llegará alguien como yo, os pondrá una etiqueta y os tendréis que joder".
Dos semanas después se cumplió la profecía.
El apelativo "generación Nocilla", pese a sus ecos de magdalena proustiana, se debía, en realidad, a la canción de Siniestro Total que inspiró a Fernández Mallo (A Coruña, 1967), novelista, poeta y dueño del recuerdo con que arranca este texto, a escribir Nocilla dream, primera parte de una trilogía bautizada, ya lo habrán adivinado, proyecto Nocilla. Lo que sucedió después (y venía sucediendo, en realidad) es lo que el propio protagonista de la historia llama "un caso curioso, más que un fenómeno" de la reciente narrativa española. Esto es, vender 11.000 ejemplares de una novela publicada en una editorial minúscula (Candaya) y que, construida a base de fragmentos, fogonazos, huía de planteamientos narrativos tradicionales.
El libro, de paso, sirvió involuntariamente de etiqueta a una agrupación de narradores en busca de espacio y diferenciación, nacidos entre 1960 y 1976, y que incluyen con más o menos consentimiento nombres como los de Jorge Carrión, Vicente Luis Mora, Eloy Fernández Porta o Juan Francisco Ferré.
Aparte de estos logros, la seducción de Nocilla dream, calidad literaria sumada al recurso a ciertas referencias generacionales que suscitan familiaridad en unos e incomprensión de otros, es la que trajo a Fernández Mallo el fin de semana pasado a Madrid como el flamante nuevo fichaje de Alfaguara. Venía de Palma de Mallorca. Allí, en la vida extraliteraria, tan sólo es un físico que trabaja como funcionario "50 horas semanales con sus guardias" en diseñar "tratamientos de radioterapia para curar el cáncer", según explicaba en un hotel de diseño del centro donde la cera de las velas tiene la fea costumbre de oler a frutos del bosque.
Nocilla experience, escrita antes de que todo esto sucediese (la tercera de la serie, Nocilla lab, también está terminada), representa el salto de Agustín Fernández Mallo a una gran editorial. Lo que equivale a decir: "Como cuando Los Planetas [abanderados de la independencia musical española] ficharon en los noventa por RCA". Y si se entiende esta referencia indudablenente generacional, sin necesidad de corchetes, entonces el trabajo está casi hecho.
"Yo no le habría puesto el nombre de Nocilla al grupo", explica Fernández Mallo. "Compartimos gustos más o menos comunes porque vivimos en el mismo mundo. Llámalo generación, o mejor, llámalo una red, un grupo más o menos horizontal", explica Fernández Mallo.

La generación y su símbolo

Su segundo asalto a las letras españolas tiene el mismo repertorio de golpes del primero. Nocilla experience participa de lo que cierta crítica denominó "literatura zapping". Personajes que vienen, van y no entienden de nudos y desenlaces. Apropiaciones de textos ajenos en nombre del "noble arte del reciclaje". Lugares nunca visitados ("no me gusta viajar si no es con un propósito") que sirven como metáforas emocionales. Historias que se sabe cómo empiezan pero no cuándo terminan. "No arrastro un trauma freudiano con los finales, no", aclara. "Se me ha acusado de fácil por dejar las historias abiertas. Es un recurso que uso como un halo poético. Tu novela es experimental, me dicen. Es lo que me sale. Lo experimental sería hacer un novelón. Quizá eso me venga de la poesía. Hay un hilo que viene de mi condición primera de poeta. Y perdona la pedantería".

De la citada condición llega una prueba a las librerías estos días. Se trata de Carne de píxel (DVD), un poemario que le valió el Premio Ciudad de Burgos. Con él, vuelve el Fernández Mallo que hizo ruido en los cenáculos poéticos a principios de siglo con su "poesía postpoética" y la apología de la ciencia, de la que proviene, como material para el lirismo. Y con él, mantiene un pie en la poesía, bien fuera de la novela, como "el espectador de una película ajena" que siempre estuviese preparado para la huida. Por esa misma razón vive en Mallorca, alejado del ruido editorial, o mantiene su trabajo en el hospital. "Creo que en mí sería perjudicial. Me va la vida del no escritor. Ir al trabajo, hacer la compra, ver la tele... Y en todo ese proceso, en todo ese tubo, hay un flujo en el que se aparece algo y lo escribo".
Será que, decía Ángel González, conviene tomar distancia para evitar que le coja a uno el toro. "Sin duda. Mira lo que ha pasado. Menos mal que tengo 40 años. Si te pasa a los 20, vas y te crees Lou Reed".

PRESENTACIÓN

Da comienzo hoy el blog dedicado a los alumnos de 4º de ESO del IES Valadares y a Nocilla dream, la novela a partir de la cual debéis llevar a cabo unas reflexiones sobre la narrativa actual, sus interacciones con otros géneros y las posibilidades futuras de la literatura.